El conflicto Sirio

Bon jour!

Las entradas que voy escribiendo para LSI se van separando en el tiempo, dado que este blog es una pequeña terapia para dejar escapar algunas ideas y que dejen de dar patadas dentro de mi cabeza, puede dar la impresión de que, o pasan menos cosas o que me importan cada vez menos.

Efectivamente la segunda, estamos desarrollando “tolerancia”. En los últimos cuatro años hemos sido maltratados como ciudadanos de tal forma que se han desplazado las “líneas rojas” a mil kilómetros de dónde estaban en 2007 y a tres mil de donde realmente deberían trazarse.

La Crisis.

Que no, que no existe tal crisis. En un mundo donde el valor de las cosas se cuantifica en un patrón de valor variable sin que responda a unos índices basados en las necesidades reales universales, donde la voluntad de unas cuantas personas puede variar dicho patrón con consecuencias en un sentido u otro, hablar de crisis económica es absurdo.

Una VERDADERA crisis económica serían 10 años de sequía brutal a nivel mundial, o el anuncio de que se ha consumido hasta la última gota de petróleo. Que un señor decida que ya no le da la gana imprimir más papelitos no es una crisis.

La crisis financiera es un “despertar” de los mercados que se han encontrado con un mastodóntico sistema de préstamos y fianzas por los que cada agente se sostenía en otros agentes y así hasta el infinito y que está apoyado en la más absoluta NADA. Madoff, Lehman Brothers fueron dos pequeños incendios que podrían haber producido una reacción en cadena pero fueron rápidamente aislados echando un chorro de dinero, pero el dinero para tapar ese boquete tenía que salir de algún sito. ¿De donde sacarían tantos miles de millones?

Dicen los jugadores de póquer que si a los 10 minutos de estar sentado en una mesa no reconoces al “primo”, malas noticias: eres tú. Pues eso.

Les recomiendo un vídeo documental que dura apenas un cuarto de hora, básicamente lo que allí se expone viene a ser lo siguiente.

Todos deberíamos saber que un billete, el dinero en sí, era una emisión RESPALDADA realizada por la banca de determinado país, un cheque bancario al portador. La riqueza representada en ese rectángulo de papel se hallaba encerrada en alguna cámara de seguridad.

En 1945 se llegó al acuerdo de utilizar el dólar como moneda standard para el comercio internacional, todos los países debían utilizar y tomar como referencia esta moneda. Para respaldar la emisión de dólares que se necesitaba para llevar a cabo ese proyecto, los países interesados ingresaron en la Reserva Federal de Estados Unidos de América miles de toneladas de oro y a cambio, USA se comprometió a no imprimir más moneda de la que podía respaldar con todo ese tesoro y a cambiar la onza de oro por 35 dólares de por vida.

A principios de los 70, con Nixon en la Casa Blanca, USA anda metido en trifulcas por medio mundo, la más famosa y costosa es la guerra del Vietnam. Tan costosa que Nixon  decide de forma unilateral en 1971 cargarse la convertibilidad dolar-oro tan rapido como Francia le reclamó la devolución de sus “pallets” de lingotes. Por aquella órden y en un acto bastante corsario, los USA se ponen el pasamontañas y llevan a cabo el mayor ROBO de la historia de la humanidad.

Con esas medidas el dólar pierde fuelle, ya que en este momento y según los cánones económicos y sociales del momento, está en el aire, si vas a la reserva federal con un dólar y exiges que te entreguen su valor, te lo cambiarán por otro dólar. Había que buscar un remedio y a los genios de la administración Nixon se les ocurre que el patrón sea otra vez el oro, el oro negro.

Con una política agresiva a base de amenazas, de poner dictadorzuelos aquí y allá, de armar a rebeldes, alentar golpes de estado etcétera desde 1975 y durante los años ochenta, USA obliga a los estados productores del petróleo a que dicha materia prima sea lo que respalde el valor de su moneda, obligando, a que el comercio del petróleo se realizce sólo en dólares y además, a los gerifaltes puestos a gatillo por la CIA a comprar deuda pública estadounidense con los beneficios de la venta del petróleo. Básicamente con los dólares de la venta del petróleo les exigían comprar… ¡más dólares!

Por lo tanto el dólar no está respaldado por ningún tesoro más allá de los pozos de petróleo de varios países que a cambio de entrar a este juego tienen carta blanca para convertirse en los corrales del jeque de turno. Qatar, Arabia Saudí, Barheim por ejemplo, que oprimen, torturan y matan a su pueblo pero como tienen dinero suficiente como para pasearse en Mercedes chapados en oro, rara es la noticia que salta a los medios internacionales sobre el lado oscuro de estos países.

Por otro lado Francia y Alemania llegaron a la vieja conclusión de que lo mejor es combatir el fuego con napalm y se inventan el Euro, cuyo valor se sostendrá por el potencial económico de la zona euro, esto es: charlatanería pura, otra moneda ficticia, falseada y convencional. Podrían haber dicho que imprimirían una serie de billetes del Monopoly y que les otorgarían valor real porque les salía del tratado de Maastricht y hubieran quedado igual de bien.

Con todo esto sobre la mesa,  tras el primer affaire en Irak y con Sadam en su trono pese a la operación Tormenta del Desierto, el dictador tiene mal sabor de boca porque aquellos que le debían tantos favores le dieron la espalda cuando quería añadir un pequeño terrenito (lleno de petróleo) a su cortijo, así que a principios de siglo decide cambiar la moneda con la que se comerciará el petróleo en Irak, y decide que ésta será el Euro. Supongo que Sadam pensaría que es más fácil “ir a la suya” con un ente supranacional europeo que con la dictadura presidencial estadounidense. Al día siguiente le crecieron misiles cargados con gas sarín en el garaje de su palacio y se acabó la fiesta.

 Algunos estados empiezan una cruzada para librar al mundo de “las armas de destrucción masiva que había en Irak”. Los representantes de los países invasores son: George W. Bush, presidente de los EEUU y con muy poco interés a que la iniciativa de Irak con respecto al Euro se reproduzca en otros países de oriente próximo, Tony Blair, primer ministro de UK, país interesado en que la iniciativa “Euro” tenga todos los obstáculos posibles y José María Aznar López, presidente del ejecutivo español que estaba allí alimentando su megalomanía. ¿Qué pintaba un país de la zona euro en una guerra encubierta contra el euro? ¿Estamos pagando ahora aquellos platos rotos? Si fuerais la Merkel ¿Daríais o perdonaríais dinero con estos antecedentes?

 Las “armas de destrucción masiva” no aparecieron, aún hoy no han aparecido y la mejor evidencia de que nunca existieron es que los EEUU no colocaron en ningún periódico ninguna foto de un puñado de sus soldados apoyados en un barril con el símbolo peligro químico pintado y levantando pulgares. Era tan OBVIO que Irak no tenía “armas de destrucción masiva” que en todos estos años no se han atrevido a mentir. O lo que más me asusta, han llegado a la conclusión que ya no nos importaba.

A finales de la primera década del siglo a Gaddafi, supongo que harto también de que lo mangoneen, se le ocurre usar el Dinar-Oro, una moneda acuñada en dicho material para realizar pagos de petróleo sobre una moneda con un patrón claro. Poco después estalla una revolución contra el dictador, llevada a cabo en gran medida por mercenarios extranjeros en el nombre de Allah ayudados por la OTAN en el nombre del Dólar, resultado: Gadafi es asesinado ante las cámaras de Youtube, librando al mundo de su ridícula idea de rebelarse.

Tras Libia, Siria. Entiendo que tendrán algún plan para sembrar aquella zona con otra generación de dictadores, carne fresca que no esté resabiada y con los que sea más fácil lidiar. Hijos o sobrinos de los anteriores dictadores, educados en universidades estadounidenses. Una nueva hornada de títeres que mantengan ocupado a Israel para que así el país hebreo siga viéndose rodeado por países hostiles, necesitado de EEUU y la OTAN y comportándose como el primer Distrito Federal Periférico de los USA, con carta blanca para ampliar sus fronteras y seguir, al mismo tiempo, con su papel favorito, el de víctima. Y además estos cachorros han de estar bastante enfrentados entre ellos, porque si hay una máxima que toda administración estadounidense conoce y practica es la de “divide y vencerás”.

Con todo esto, ¿qué le sirve más a USA? ¿Un oriente próximo pacífico y con tiempo para reflexionar sobre el papel imprescindible de su petróleo en el desarrollo mundial? ¿O una zona en permanente conflicto donde es más fácil manipular, intervenir y silenciar?

Ahora le toca a Siria, que es un país cuyo conflicto se alimenta desde dentro y desde fuera, cuyo único interés por parte de todos los agentes que participan parece ser el hacer la bola bien grande. Para entender que está pasando allí hay que rebuscar encuestas en las que se retrata que el 55% de su población está con Assad y sólo una minoría apoya a los rebeldes. Los rebeldes se enfrentan al régimen porque les parece que se aparta de la Sharia, les parece poco rígido y demasiado laico. Básicamente la comunidad internacional debate estos días si le imputan al régimen un ataque con bombas químicas en un barrio de la capital (según algunos territorio del régimen de al Assad) lejano al frente de guerra y apoyan a esos grupos de fanáticos religiosos en contra del resto de la población. Sí, se produjo un ataque con agentes químicos, esto es indudable, existe un informe de Médicos sin Fronteras que lo corrobora, pero en dicho  no se imputa a ninguno de los bandos como quieren hacernos creer.

¿Quién tiró las bombas? EEUU, UK y la prensa insisten en que Assad tiró una bomba química. A pesar de hacerlo en territorio “propio”. A pesar de saber que en su delicada situación hacerlo era abrir las puertas a la invasión de la OTAN y ya para colmo, dejó entrar a la zona a los inspectores de la ONU para tirotearlos luego. O Assad es un esquizofrénico con múltiples personalidades y cada una de ellas va con un bando de este conflicto, o la historia que nos cuentan está incompleta.